Ser una adolescente puede ser un infierno, sobre todo cuando eres amiga de alguien que nació allí.
Kenzie Sutcliffe despertó durante lo que parecía ser una mañana normal, hasta que un demonio apareció en su ducha. Mientras intentaba deshacerse de un grano monstruoso, ella dejó caer la crema para el acné en la bañera. Y al arremolinarse por el desagüe, una cantidad de loción cuyo valor rondaba los cincuenta dólares, un demonio se libero del portal que lo mantenía prisionero. Un misterioso demonio de aspecto geek.
Así que ahora Kenzie carga con una criatura que se parece y actúa como cualquier otro chico que conoce, es decir, molesto. Aunque por lo menos Levi tiene un trabajo, si se lo calificar como tal. Él tiene que despertar la envidia y los celos en los seres humanos, o se morirá del hambre. Pero todo lo que le provoca a Kenzie es tener ganas de arrastrarse hasta su habitación y esconderse allí para siempre. Porque nadie va envidiar su vida después de esto.
2° LIBRO - SPEED DEMON
Kenzie está en la vía rápida — con problemas.
Los chicos pueden ser molestos, pero los demonios son los peores…
Así es como Kenzie Sutcliffe se siente sobre Levi. No hace mucho tiempo, él salió disparado en la ducha de Kenzie, conocido como el agujero del demonio.
Fue difícil para Kenzie cerrar el portal; tuvo que estrellar el Minivan de su familia dentro de su cocina. ¿Y qué gracia ha obtenido ella? Está castigada, no está permitida para conducir. Y para colmo, tener a un demonio como chofer, cuya licencia de conducir es bastante sospechosa. Además, el demonio le dice: cuando un portal se cierra…otra se abre…
Aunque Levi puede ser un dolor de cabeza, Kenzie no puede dejar que los otros demonios le arrastren de vuelta al infierno. Supongo que eso significa que ella tendrá que salvar el día… ¡otra vez!
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