CHARLIE Y LA FÁBRICA DE CHOCOLATE.
Esta historia muestra cómo a veces una decisión puede transformar toda una vida… Y esto es justo lo que le sucede a Charlie. En este relato, Roald Dahl realiza una de sus mejores críticas sobre el comportamiento humano.
Charlie es un niño pobre que vive con sus padres y sus cuatro abuelos. Su gran pasión es el chocolate, pero para su familia, por su bajo poder adquisitivo, este resulta un producto de lujo. Tanto es así que Charlie sólo puede obtener una chocolatina al año: el día de su cumpleaños recibe siempre como regalo este preciado manjar.
En la ciudad donde vive Charlie, un poderoso señor, el señor Wonka, es el propietario de una inmensa y extraña fábrica de chocolate. Desde hace algún tiempo nadie ha visto entrar en ella a ningún trabajador, pero la fábrica mantiene su funcionamiento normal.
Una gran noticia aparece un día publicada en los periódicos de todo el mundo: El señor Wonka convoca un concurso a nivel internacional. El niño que encuentre un billete dorado escondido en alguna de las cinco chocolatinas premiadas tendrá la posibilidad de visitar la misteriosa fábrica. La ilusión de Charlie al tener noticia del concurso es inenarrable, pero... su familia no tiene dinero para comprar chocolate y poder participar en el concurso.
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